“Siempre estamos pensando en innovar”

Imanol Gil

CEO

“Además de vender, cuando vamos fuera nos dedicamos a observar, a descubrir y analizar lo que hay fuera de nuestra órbita. Esto nos ha abierto muchos campos que desconocíamos”

¿Cómo nace MYL? ¿Cómo llega Imanol Gil a la dirección de MYL? ¿Qué crees que aportas a la empresa?
MYL nace en 1969 de la mano de Manuel Gil, mi padre. Yo llevo viviendo entre cabezales desde mi infancia, pero oficialmente me incorporé en 1987 mientras cursaba mis estudios universitarios. Poco a poco fui aprendiendo el producto y el proceso, y sobre todo los valores sobre los que sustentaba el negocio. Con el paso de los años fui asumiendo más responsabilidades hasta que, después de la jubilación de mi padre, llegué al puesto que hoy ostento. Lo que siempre he tratado de imprimir a esta empresa es, por un lado, el espíritu fundacional de cercanía y cuidado por el producto, y por otro, la necesidad de ser vanguardistas en lo que a trazabilidad, innovación e incorporación de tecnología se refiere.

¿A qué se debe el salto competitivo de MYL en los últimos años?
En los últimos años hemos experimentado fundamentalmente dos cambios. El primero ha sido la incorporación de talento joven a la empresa. Gracias a la colaboración con las universidades y los centros tecnológicos del entorno hemos traído con nosotros a una gran cantidad de valor humano, que ahora es imprescindible. Y el segundo es la apertura y consolidación de la compañía en los mercados exteriores. Además de vender, salir, observar, conocer y analizar fuera de nuestro entorno; esto nos ha abierto muchos campos que desconocíamos. Ambos cambios son los que nos han ayudado a dar ese salto competitivo.

¿Cuál es tu papel actual en la empresa?
Desde la incorporación de Iñigo Mendoza como director general, mi papel está focalizado en dos campos estratégicos. Por un lado, la apertura de nuevos mercados y la consolidación y el cuidado de clientes actuales. Estar cerca de ellos es algo necesario, que nos ayuda a dar valor a nuestros productos y servicios. Y por otro lado, cuando estoy en la empresa, mi labor es la de aportar valor y conocimiento de forma constante, tanto a producto como a proceso, y a todos los departamentos.

¿Cómo imaginas el futuro de la compañía?
Siempre me he imaginado MYL como un gran laboratorio, en el que cada pieza, cada reparación, cada producto que fabricamos es tratado como algo especial y delicado que hay que mimar al máximo. Creo que ahora estamos muy cerca de ello. El futuro que vislumbro es un MYL aún más tecnológico, aún mejor, presente en aún más mercados.